Nos inspira el arte en todas sus manifestaciones, la naturaleza en todas sus etapas y estaciones; todo lo creado por Dios nos inspira porque él habla por medio de toda su creación. Dios ha capacitado a niños y adultos, y todos expresan de una forma u otra la grandeza de la diversidad en estilos, colores, texturas, combinaciones, materiales, ángulos, en fín, todo lo que implica un arte inspirada desde el cielo. Todos ellos son una fuente de inspiración para diseñar las piezas.
¡Nos inspira todo lo que Dios utiliza para manifestar su Gloria!
Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa.